Se renueva este 2015 la certificación de la Huella de
Carbono para el Plátano de Canarias concedida por AENOR en 2013 a la Asociación
de Organizaciones de Productores de Plátano de Canarias (ASPROCAN).
Debido a que esta ecoetiqueta se ha realizado por una tercera parte independiente, como AENOR, esto acredita la veracidad del cálculo de las emisiones en la totalidad del proceso. Según ASPROCAN, esto significa lo siguiente: mientras que la “baja huella” de carbono se calcula en 248,95g de CO2/Kg de plátano esto supone un “valor inferior” a las emisiones producidas por ejemplo de un ciclo de lavadora (272,3g de CO2) o una nevera con congelador en 2h (274,3g de CO2).
Los resultados del estudio también concluyen que los procesos que más emiten y tienen más peso sobre la huella de carbono del plátano de Canarias son el transporte (un 44%), seguido de la fabricación y el embalaje.
Para la medición de la huella de carbono del plátano de Canarias se ha utilizado el “GHG Protocol” (GreenHouse Gases Protocol), un estándar mundial que permite cuantificar las emisiones en las diferentes etapas del proceso de producción, a lo largo de todo el ciclo de vida del producto.
Todo ello supone diversas ventajas competitivas, aparte del evidente respeto al medioambiente. El presidente de ASPROCAN resaltó que esta certificación “demuestra la calidad del producto, la sostenibilidad, el cuidado del medioambiente y su constante esfuerzo de mejora” en el sector. Esto supone, desde el punto de vista económico y social, una diferenciación del Plátano de Canarias frente a sus competidores.
Sin duda, una razón más para enorgullecernos de las empresas de nuestro país que luchan por una responsabilidad social y medioambiental.
Debido a que esta ecoetiqueta se ha realizado por una tercera parte independiente, como AENOR, esto acredita la veracidad del cálculo de las emisiones en la totalidad del proceso. Según ASPROCAN, esto significa lo siguiente: mientras que la “baja huella” de carbono se calcula en 248,95g de CO2/Kg de plátano esto supone un “valor inferior” a las emisiones producidas por ejemplo de un ciclo de lavadora (272,3g de CO2) o una nevera con congelador en 2h (274,3g de CO2).Los resultados del estudio también concluyen que los procesos que más emiten y tienen más peso sobre la huella de carbono del plátano de Canarias son el transporte (un 44%), seguido de la fabricación y el embalaje.
Para la medición de la huella de carbono del plátano de Canarias se ha utilizado el “GHG Protocol” (GreenHouse Gases Protocol), un estándar mundial que permite cuantificar las emisiones en las diferentes etapas del proceso de producción, a lo largo de todo el ciclo de vida del producto.
Todo ello supone diversas ventajas competitivas, aparte del evidente respeto al medioambiente. El presidente de ASPROCAN resaltó que esta certificación “demuestra la calidad del producto, la sostenibilidad, el cuidado del medioambiente y su constante esfuerzo de mejora” en el sector. Esto supone, desde el punto de vista económico y social, una diferenciación del Plátano de Canarias frente a sus competidores.
Sin duda, una razón más para enorgullecernos de las empresas de nuestro país que luchan por una responsabilidad social y medioambiental.
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